Desprenderse del pasado
Desprenderse del pasado. Este es un ejercicio muy importante que se debe repetir cada siete meses, o cada vez que se considere necesario. Es conveniente desprenderse de todo los utensilios o artefactos que no funcionan o que no se utilizan en la casa. No es bueno conservar ropa que no se va usar, libros o revistas que no se van a leer u otros objetos que no cumplan una función útil. Se puede vender, donar o regalar aquello que uno no necesita más. Es importante dejar lugar para lo nuevo. Tiene que haber cierto espacio vacío en la casa porque, de lo contrario, lo nuevo no puede entrar. Si se acumulan muchas cosas viejas en la casa significa que se vive atado al pasado, a los recuerdos, y eso no permite el cambio. Se debe conservar solamente aquello que es útil, positivo y necesario. Hay objetos antiguos que pueden ser muy útiles; no interpretes que lo viejo es malo porque, definitivamente, no es así. Solamente aquello que ya no te sirve puede llegar a ser malo. Despídete ...