Aprended a poner en una balanza las pequeñas contrariedades de la existencia y todos los bienes que la Providencia os ha distribuido generosamente, y sacad de ello las debidas conclusiones: tan sólo podréis experimentar gratitud. Observaos y constataréis que en lugar de ver las cosas de esta manera, no hacéis sino comparar lo poco que poseéis en relación con todo lo que poseen otros más privilegiados que vosotros. Pues bien, esta no es una buena comparación. Si tenéis una necesidad imperiosa de hacer comparaciones de esta índole, ¿por qué no tener en cuenta todas las ventajas que poseéis en comparación con tantas otras personas en el mundo que viven en condiciones verdaderamente horribles?.. Los humanos con su ingratitud y descontento constantes, demuestran ser poco inteligentes: en lugar de tomar conciencia de las bendiciones con las que el Cielo les ha colmado, sólo tienen motivos para sentirse desgraciados. Todas las mañanas, al despertaros, invocad para que la alegría...