Uniendo el Cielo y la Tierra

En Brooklyn, Nueva York, hay una escuela, Chush, que se encarga de niños con discapacidades de aprendizaje. Algunos niños permanecen en Chush durante toda la etapa escolar, mientras que otros pueden pasar a colegios convencionales. En una cena con el fin de recaudar fondos para el colegio, el padre de uno de los niños pronunció un discurso que los asistentes nunca olvidarán. Tras ensalzar al colegio y a su entregado profesorado, exclamó: «¿Dónde está la perfección en mi hijo, Shaya? Dios lo hace todo con perfección, pero mi hijo no puede entender las cosas como los demás niños. Mi hijo no puede recordar datos y números como hacen los demás. ¿Dónde está la perfección de Dios?». El público se quedó asombrado, apenado por la angustia del padre y mudo ante la desgarradora pregunta. «Yo creo que cuando Dios trae al mundo un niño como éste, la perfección que busca está en la forma de reaccionar de la gente ante el niño- se contestó el padre. Después contó la siguiente historia sobre su...

      La intención es una fuerza en el universo y todo y todos estamos conectados en esta fuerza invisible. La intención es vista generalmente como un tipo de determinación inflexible, que nos lanza a toda costa hacia el éxito, sin renunciar jamás al cuadro que nos hacemos en nuestro interior.         Desde este punto de vista, los requisitos para triunfar son una combinación del trabajo arduo y un ansia incansable por la excelencia. Sin embargo, la intención es vista desde un punto de vista muy distinto en este libro. El doctor Wayne W. Dyer ha investigado la intención como una fuerza en el universo que permite que tome lugar el acto de la creación. Este libro explora la intención, no como algo que usted hace, sino como una energía de la cual usted forma parte. Todos hemos llegado a este mundo a través del poder invisible de la intención. Este es el primer libro que observa la intención como un campo de energía ¡al cual usted puede tener acceso ...

Inspiración Cómo se compone una sinfonía? En cierta ocasión un Joven músico buscó a Mozart para pedirle un consejo: “Como escribo sinfonías? ” Mozart contestó:   “Bien aún eres joven, creo que debes empezar por componer minuetos” el joven estaba muy enfadado y exclamó: “Pero tu escribías sinfonías cuando solo tenias 9 años!” “Si”, contestó Mozart. Pero no le pregunté a nadie como hacerlo”… lo más tremendo de esta historia del pequeño Mozart, es que no hablaba por presunción sino por una simple y verdadera modestia. La razón por la que Mozart no tuvo que preguntar a nadie cómo escribir sinfonías es porque las sinfonías se le presentaban a él, inventadas, alargadas, creadas todas al mismo tiempo, en lo que él describió como “sueños animados”. Sueños que fueron tan poderosos que Mozart tenía que parar lo que estuviera haciendo y escribir lo que había escuchado, casi como algo que iba más allá de la conciencia de   Mozart, deseara que estas sinfonías fueran escrita...